miércoles, 24 de noviembre de 2010

Duele

...Tanta distancia,
aunque te escucho respirar
y estás a ciento de kilómetro.
Y duele"

Nunca en mi vida he sufrido tanto como en esos 9 meses viviendo bajo el mismo techo que tú. Y ahora ya no lo oculto ni lo niego ni lo omito, porque es verdad.
Te creí mi amiga, mi confidente mi otro yo, y lo único que obtuve de todo aquello fueron lágrimas y dolor. Pena, miseria. Y digo miseria porque conseguiste que mi autoestima desapareciera completamente y que dejara de ser yo para convertirme en una estúpida sombra de tus palabras.
Dejé de lado todo lo que me gustaba de mi vida para estar contigo, porque consideré que tú me necesitabas mucho más, que compensaba olvidar todo el alrededor aunque solo fuera para verte feliz. No me importó que hubieras olvidado reír muchos años atrás, me valía con ver que algunos días era eficiente mi amistad.
Ni supe ni aprendí a ver que yo no podía cambiar nada de lo que te envolvía entonces.
Has sido la persona más importante de mi vida, de las más importante, te lo dije infinidad de veces, te dije que iba a estar para lo que hiciera falta. Que me había abierto completamente. Te dije también que si algún querías hacerme daño tenías las herramientas suficientes para hacérmelo más que nadie y así ha sido. Las has utilizado todas y cada de ellas . Empezaste a estropear mi vida cuando me mentías acerca de él, cuando te interpusiste entre dos personas que no podías hacerlo. Lo hiciste aún sabiendo que ÉL sí que era lo más grande que ha habido jamás en mi vida. Seguiste manipulando mi carácter, haciéndome creer que todo estaba mal, que yo no valía nada. Continuaste quedándote con alguna que otra cosa material y has llegado hasta involucrarte en la amistad de hoy.

Cuando escucho a Erre punto A no consigo sonreír, ni sentirme bien, ni siquiera sentir pena o tristeza, siento un dolor dentro que me ahoga, que me presiona el estómago y entumece todo mi cuerpo, porque escucharle me lleva de nuevo a todos y cada uno de los días que pasé en aquella manzana encerrada.
Recordar las noches de insomnio, los videos que nos producían carcajadas y no saber parar, las conversaciones que me hacían levitar de alegría contigo o las cenas mágicas, las velas y los despertares no hace más que despertar en mí cierta repugnancia a todos esos recuerdos, en especial repugnancia hacia mí misma por haber podido compartido todo aquello con alguien que no se merece ni que la miren a la cara de lo repulsiva que es. Cómo pude ser tan tonta! Jamás voy a perdonarme abrirme a ti y jamás voy a perdonarte ni uno sólo de los días que me has hecho sentir mierda. En aquellos 9 meses y todos lo que han pasado desde entonces y que siguen pasando. No quiero tampoco olvidarte, ni sentir indiferencia, porque eso sería concederte una tregua que no te mereces.
Podría desearte toda la infelicidad que tú me has causado a mí, pero no hace falta, tu vida es pura miseria aunque no quieras demostrarlo a los demás, por tanto sé que aunque sea sólo en parte, podrás sentir algo de lo que me haces sentir tú a mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario